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El Príncipe Guillermo en Patagonia

Cuando llegue al sur de Chile el Príncipe Guillermo de 18 años, hijo mayor del Príncipe Carlos y Lady Diana, se enfrentará a diez duras y desafiantes semanas en una de las regiones más remotas del mundo en compañía de otros 110 muchachos y muchachas de todo el mundo que han elegido trabajar en proyectos de medio ambiente, comunitarios y también de aventura, organizados por Raleigh Internacional.Sumarse a la expedición chilena fue de voluntad propia.

"Estaba hablando con unos amigos y me dijeron que era una buena idea y a mí también me pareció que era bueno", dijo el príncipe, agregando, "quería hacer algo constructivo en el año previo al ingreso a la universidad (de San Andrés en Escocia). Me pareció que era una forma de poder ayudar a la gente a la vez que poder conocer toda una gama de personas de otros países y también colaborar con gente en áreas remotas de Chile". Es una de las variadas experiencias que cumplirá el heredero del trono en su larga preparación para convertirse en el futuro monarca del Reino Unido, y es una elección imaginativa.

Raleigh International administra proyectos similares en otras partes del mundo, incluyendo África y Mongolia, al igual que en otros dos países latinoamericanos, Costa Rica y Belice, donde recientemente el Príncipe Guillermo pasara algún tiempo en entrenamiento de selva con la Guardia Galesa.

¿Por qué Chile? Es en este país que la organización Raleigh tiene su programa establecido y en funcionamiento desde hace más tiempo. Desde 1985 ya han pasado más de tres mil jóvenes por las expediciones chilenas, estableciendo su cuartel general a partir de 1988 en la pequeña capital de la Región Once, Coyhaique, una localidad con menos de 40.000 personas. Luego de un viaje de dos días en ómnibus desde Santiago a Coyhaique, la expedición transportará al Príncipe Guillermo y a sus compañeros de aventura a algunas de las zonas más remotas y hermosas de la Patagonia chilena. Luego de unas lecciones sobre primeros auxilios y de supervivencia, el príncipe tendrá que internarse en el monte con quince compañeros, completar tareas de investigación y seguimiento sobre ciervos extremadamente raros con fines científicos, participar de proyectos comunitarios de mejora de viviendas y calles, así como la elaboración de mapas.

El príncipe también tendrá oportunidad de escalar montañas en los Andes de cumbres siempre cubiertas de nieve, andar en canoa en los profundos lagos y fiordos chilenos, explorar islas no habitadas y aprender habilidades de la vida campestre.

Los jóvenes aventureros estarán bajo la vigilancia de cuarenta experimentados supervisadores de distintas nacionalidades, hábiles en escalamiento de montañas y